Inspirado en los espacios creados por el arquitecto francés Le Corbusier en los años 20, el concepto de loft ganó fuerza en Nueva York en la década de los 70. Viejos almacenes fueron remodelados para albergar a profesionales, artistas, publicistas y ejecutivos liberales.
Conocido por no tener tabiques, por sus entresuelos, techos altos y ventanas grandes, el concepto de loft fué atrayendo cada vez más a un público selecto que buscaba una nueva mirada a su hogar.
En constante evolución, el concepto de loft continúa incorporando nuevos elementos como la eficiencia energética, la sostenibilidad, el diseño y la accesibilidad. La cantidad y diversidad de adjetivos es enorme. Por lo tanto, es probable que el loft permanezca durante mucho tiempo entre los entornos más deseados.